Sin embargo, en el manga, Akaya Kirihara juega contra Echizen antes del partido, y Sanada abofetea a Kirihara cuando lo descubre, porque no le dio permiso y, más aún, porque perdió.
Cuando Ren lleva a Ariel a casa, Shaw se enfada muchísimo con ella por haber estado con Ren. Casi la abofetea, pero se acaba conteniendo y Ariel sube corriendo a su cuarto.
Stan presiona a Bridon a probar con el equipo de baloncesto de todos modos, pero cuando el Sr. Gueermo descubre a su hijo en el gimnasio, él abofetea al entrenador de baloncesto, y al Sr.
Jennifer la abofetea y le dice que la odia, que jamás serán amigas de nuevo, y que ella nunca cumplirá su promesa la cual se recuerda en el juego: "Amor verdadero y eterno.
La señora Voorhees la alcanza y abofetea, pero Alice la golpea otra vez y yendo hacia la cocina se esconde en la despensa de alimentos.
Bruce le revela que tenía intención de matar él mismo a Joe Chill, por lo que Rachel le abofetea y le dice que su padre se avergonzaría de él.
Y en vano en el terror de la impotencia quiere romper la bárbara cadena que la retiene esclava. En vano se retuerce y forcejea; el escollo la estrecha entre sus brazos y el huracán feroz la
abofetea.
Olegario Víctor Andrade
de Saint Ange la encula y la encoña con su consolador; le da algunos puñetazos; viene luego el caballero; recorre igualmente las dos rutas, y la abofetea mientras descarga; luego viene Agustín; hace lo mismo y termina con algunos cachetes y pellizcos.
Agustín, vete enseguida a coger un puñado de espinos del jardín. (Mientras los espera, la abofetea y le da cachetes.) ¡Oh! ¡A fe que temo que esté muerta: nada la vuelve en sí.
Ya no es el insultante No Mexican Allowed -No se admiten mexicanos- que
abofetea la vista de nuestros nacionales en algunas tiendas y otros establecimientos públicos de Texas.
Práxedis G. Guerrero
Que él fue el autor del secuestro de Manuel Sarabia, en Douglas, Arizona; que él es quién tiene infestada vuestra ciudad con sus esbirros, que él es el que dia a día, en negra complicidad con vuestros mandatarios,
abofetea con atentados abominables la memoria de Lincoln, que os debe ser querida.
Práxedis G. Guerrero
El jefe de la rebeldía del Ejército, General Félix Díaz, y los que lo secundaron, han ennegrecido de tal manera nuestra situación, hasta tornarla en caótica, pues se restituye el régimen porfiriano donde su simbólica mano de hierro y el triunfo del cuartelazo felicista no vienen a sintetizar otra cosa que el triunfo de una dictadura sobre otra dictadura, que abofetea a la civilización con la aplicación de la ley fuga y el terror más escandaloso, que nos cubre de baldón y de ignominia ante el mundo civilizado.