Y después de pasadas muchas dificultades y peligros por mar y por tierra, llegó a la ciudad de Zacinto, adonde su suerte y ventura le había dado por algún tiempo estancia y morada; pero cuando llegó al puerto de Acciaco, por donde nosotros andábamos robando toda Macedonia, ya que era de noche, por apartarse de la mar y por tomar algún refresco, entrose aquella noche a dormir en una venta que estaba cerca de la mar; adonde nosotros llegamos y robamos todo cuanto traía; y no con poco peligro de nuestras personas nos partimos de allí, porque como aquella dueña oyó el sonido de la puerta cuando la abríamos...