Y por supuesto que, como hoy, tampoco se comprendió la intención formativa de capacidades cognitivo-lingüísticas en el alumnado y continuaron diseñándose planes y programas que barnizaban funcionalidades, pero que proseguían los esquemas del gramaticalismo, lecturismo preciosista, historicismo literario, ortografismo, escriturismo, etc.
Ordinariamente no se pintaban ni barnizaban, pero la elegancia de líneas y el adorno de talles bastan para darles el hermoso aspecto.