Éste fue otro susto mortal que recibió Andrés, viendo que el traer tanto dinero no era sino para conquistar o comprar su prenda; y, con lengua ya turbada, dijo: -Buena cantidad es ésa; no hay sino descubriros, y manos a labor, que la muchacha, que no es nada
boba, verá cuán bien le está ser vuestra.
Miguel de Cervantes
-¡Ea,
boba -replicó Repolido-, acabemos ya, que es tarde, y mire no se ensanche por verme hablar tan manso y venir tan rendido; porque, ¡vive el Dador!, si se me sube la cólera al campanario, que sea peor la recaída que la caída!
Miguel de Cervantes Saavedra
¿A que he adivinado perfectamente? -No, te aseguro... -¡
Boba! Pero si yo no vengo con buen fin... Todo se sabe, niña, todo, y he oído esta temporada muchas cosas...
Emilia Pardo Bazán
Casarse Monteverde, todo fuego, con la Serrano, tan fría y tan boba y de posición social inferior a la de él, porque en fin, sea lo que sea, los Monteverdes son los Monteverdes.
¿Eh? ¿Qué más quiere su merced que la sopa
boba? Ya temblante de indignación, gritó el muchacho: -¡Pero si eso es lo que no quiero; si quiero trabajar!
Emilia Pardo Bazán
¿Y ontá el muchacho? - ¿Ai no'stá, pues en la maca? - Andá llámame a esa
boba. Y, tirando corredor adentro, se coló al cuartucho.
Tomás Carrasquilla
Corrí en busca de Frutos, y, casi ahogado por el llanto, le grité al verla: -¡Qué te parece, Frutos!... ¡ji! ¡ji! ¡ji!... qu'esa
boba Mariana me dijo quizque nu'hay brujas!... ¡ji! ¡ji!... ¡quizque son cuentos que me metés!
Tomás Carrasquilla
¡Y si'acaso no se muere se vuelvi'un vagamundo, un caimán, quién sabe qué! -¡Qué se va'morir, ñatica
boba! -con caricia en la barbilla-.
Tomás Carrasquilla
No creo que Edith Bartlett fuese tan boba como las otras." Tras varios intentos ineficaces de separarnos, ella finalmente insistió en que debíamos decir buenas noches.
¡Vaya un matrimonio especial! La mujer era casi una niña, una señorita algo
boba que aún no había salido de su asombro al verse madre.
Vicente Blasco Ibáñez
Llego poniendo cara de boba, me presentan al financiero, quien al principio me mira atentamente, pero como yo estaba muy alerta, no pudo descubrir en mí nada que desmintiera la historia que le habían contado.
Pues la locución se empeñó en vivir, y ya no hay académico que tenga escrú- pulo de monja boba en decir ó estampar:— Ayer tuvo lugar la recepción solemne de don X.