Muy lejos de él, allá abajo, el Tappaan Zee extendía sus obscuras e indistintas aguas, donde aquí y allí aparecía una embarcación de altos mástiles, que se mantenía anclada a lo largo de la costa.
Vanamente mi razón quería empuñar el timón; La tempestad jugando derrotaba mis esfuerzos, ¡Y mi alma danzaba, danzaba, vieja gabarra Sin mástiles, sobre un mar monstruoso y sin riberas!
Veo infinidad de bajeles de mil formas, que surcan todos los mares, que anclan en todos los puertos, que llevan en sus velas y en sus
mástiles la Cruz de Jesucristo ¡Ah!...
Tomás Carrasquilla
El huracán de otra parte, y no menos iracundo, brama entre sus rotas velas, cruje en sus
mástiles rudos, silba en su jarcia deshecha, la arrastra con recio impulso, y la vuelca y la levanta, y combátela sañudo.
Ángel de Saavedra
Aquí están los carteles: Combate y caza para el 5 de las nonas de abril, se alzarán los mástiles, veinte pares de gladiadores lucharán en las nonas, y si temes por la lozanía de tu tez, tranquilízate, tenderán los toldos, y a menos que prefieras ir al anfiteatro temprano, estos se cortarán el cuello por la mañana: matutini erunt; no se puede ser más complaciente.
He mandado bordar en él unas pasionarias, ¡pero son tan perezosas las costureras! Pasó sobre el río y vio los fanales colgados en los mástiles de los barcos.
Hice arremolinar la nieve que se extendió como un sudario en torno de la nave, y casi por encima de los mástiles, luego soplé con toda mi fuerza, y aunque nunca lo habían sacudido las olas, supo en breve lo que era una tormenta.
Todavía se mantenía erguido un pedazo de alguno de los mástiles, del cual colgaban algunas vergas y motones, que bailaban zamarreados por el viento, haciendo un ruido al que acompañaban los albatros, que giraban y gritaban alrededor del melancólico esqueleto.
A través de las extensas llanuras de agua se veían otros buques cuya posición respecto al nuestro se mantenía inalterable, pues eran arrastrados circularmente a la misma velocidad angular que el "Blue Star". Los
mástiles tristemente inclinados, los cascos como negros monstruos verticales, componían un dibujo desconcertante.
Roberto Arlt
Creo dijo el señor Lheureux, dirigiéndose al farmacéutico que pasaba para ocupar su puesto que deberían haber puesto allí dos mástiles venecianos: con alguna cosa un poco severa y rica como novedad, hubiese sido de un efecto muy bonito.
Le pareció verla a Elsa en el pasamano, bajo la hilera de vidriosos ojos de buey, contemplando el hilo azul de la distancia. El sol caía en los amarillos trinquetes de los
mástiles y en los aguilones negros de los guinches.
Roberto Arlt
La visión de las enormes chimeneas oblicuas, el desarrollarse de las cadenas en las maromas, con los gritos de las maniobras, la soledad de los esbeltos
mástiles, la atención ya dividida en un semblante que asomaba a un ojo de buey y a una lingada suspendida por un guinche sobre mi cabeza, ese movimiento ruidoso compuesto del entrecruzamiento de todas las voces, silbidos y choques, me mostraba tan pequeño frente a la vida, que yo no atinaba a escoger una esperanza.
Roberto Arlt