Sus hábitos manirrotos, su falta de visión para las finanzas (se vio envuelto en varias bancarrotas), y su apoyo económico a los rebeldes en la guerra civil de su país lo llevaron a la ruina.
Tratado de paz: boceto de comedia en un acto y en prosa. Madrid: R. Velasco, 1908. Los Manirrotos: juguete cómico en un acto y en prosa. Madrid: R. Velasco, 1913.