En 1922 Konosuke se vio en la necesidad de construir una nueva fábrica y oficina para albergar su creciente empresa. Durante los primeros años se mercadearon lámparas de bicicletas y planchas eléctricas.
Les explicó que los griegos únicamente necesitaban atravesar el territorio para volver a su patria. Así pues, llegaron a un acuerdo, atravesaron su territorio en tres días y mercadearon con ellos.